También tengo tardes en las que me da rabia la alegría. Momentos en los que soy consciente del dolor provocado por no ser consumido por el odio. Después de todo, la sonrisa de los miserables es tan real que hiere. Y mientras ellos celebran, yo solo quisiera estar seguro de una cosa: que la alegría valió la pena.
Galdós, ¿moderno?
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AL fin ha saltado a la palestra la cuestión. Ya se estaba haciendo
esperar: Galdós no es tanto como creen algunos en España, país
norteafricano. Galdós no...
Hace 5 años
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