16.10.15

Permítete ser malo

Yo no sabía en ese momento que la última vez que la iba a ver era esa noche. Recién ahí, cuando descubrí su ausencia, me di cuenta de que se anularon las contingencias. Cierra los ojos, imagina su rostro. Permítete ser malo. Admite esa necesidad humana de reprocharle. Para. No lo hagas, acomódate tienes que acostumbrarte a su deserción. Nos marchamos. Continúanos. El tiempo será siempre la mejor forma de medir la distancia. No detengas el reloj. Recuerda. Una tarde sí que estaba mal. Probablemente te hayas imaginado que estaría bien. Te equivocas.

Estas acá, espero no vengas a saludar. Yo no quería estar, pero estoy.  Hay que ser de una madera especial para bancarse esto: la derrota y el olvido. Porque una cosa es ser quien recuerdas que soy; pero otra muy distinta es ser una persona común, como vos o como yo, que sintió el tiempo y que de golpe despertó para ver en lo que se había convertido. 

Jacko | Noche 

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