9.11.15

Mentís

0 comentarios

Aquí, conviene hacer algunas distinciones necesarias para: desmitificar la complejidad y evitar confundir con la ficción lo que sólo es un simple aspecto de lo cotidiano. Después de todo, pocas cosas se disipan con tanta facilidad como la sensualidad. Primero: la sensualidad desbordada siempre lo físico; segundo: no existen espacios naturalmente idóneos; y, tercero: se relaciona más con el caos (un lugar saturado y sin orden) que con la sutileza, el orden o la obediencia. De alguna manera, lo sensual, se convirtió en una acción de crisis y mentís. Entonces, que no nos vengan a decir que existe una “sensualidad normal”. Si compramos esa fábula, lo hemos perdido todo.


Jacko / Música